Debemos tener claro qué tipo de personas frecuentamos. Es importante saber identificar las personas que nos aportan y las que no, las que son luz y las que son oscuridad. Deberás ser un juez, un crítico, un observador. Para poder desarrollar la capacidad de identificar a las personas de nuestro alrededor es importante analizar y observar su lenguaje corporal, tonos de voz, actitudes, y sobre todo la sensación que nos transmiten. Es fascinante la cantidad de cosas que puedes descifrar de una persona con tan solo observar.
Para poder detectar si las personas que frecuentamos son buenas para nosotros debemos observar, sentir lo que nos transmiten y sobre todo escucharnos a nosotros mismos. Aquí entraría el maravilloso poder que todos albergamos en nuestro interior, llamado intuición. Ella es la voz que transmite a través de sensaciones, la que nos alerta de cosas que no podemos explicar, pero que en el fondo sabemos.
Si nos sentimos cansados al interactuar con ciertas personas, esas no son. Si escuchamos comentarios o vemos actitudes que no se relacionan con hacer el bien, esas no son. Si critican, menosprecian o faltan al respeto a otras personas, esas no son. Debes rodearte de personas que irradien luz, de buen corazón, personas que puedan hacerte crecer, ser mejor persona, que te animen a luchar por tus sueños, que te respeten en todo momento, que te permita fluir con quien eres y quién quieres llegar a ser. En definitiva, personas que sumen.
Sé que es muy difícil de encontrar personas así, pero van apareciendo. Por el momento, simplemente disfruta del tiempo contigo mismo. Debemos normalizar y sentirnos cómodos interactuando con nosotros. Porque es una de las mejores maneras de ver con claridad, conocerse y hacerse más fuerte. Además, te das un gran valor, puesto que no cualquiera puede ser parte de ti y tu energía.
También es importante hacer introspección hacia uno mismo, ya que lo que percibimos en nuestro plano terrenal, es decir, nuestro entorno, puede verse de forma errónea por cómo nos sentimos nosotros mismos. Si somos negativos y pesimistas, lo más probable es que por el motivo que sea, la vida nos acerque a personas de esa misma frecuencia. Es por eso que es tan importante ser positivo y alegre.
Es evidente que es duro dejar atrás a ciertas personas, no por lo que són, sino por lo que podrían ser o por momentos vividos a su lado. Eso tampoco es razón para permanecer donde no te sientes cómodo o donde se falta a los valores y ética que tu compartes. Dónde no hay respeto, no hay amor, y sin amor, hay dolor.
Te invito a la reflexión sobre tu entorno, lo que te hacen sentir, identificar qué personas te aportan y cuáles no, y simplemente cortar vínculo con aquellas que no estén a la par con la persona en la que te quieres convertir y eres.
Hay un dicho muy potente: “Somos la media de las 5 personas con las que nos rodeamos”. ¡Escoge bien!